lunes, 19 de noviembre de 2012

Integración Social o Beneficencia.

El Partido Popular, tras la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2013, va a dejar sin acceso a los Servicios Sociales a 257.126 personas, ha reducido el número de usuarios de ayudas a domicilio, fundamentalmente mayores, en 31.264 y los programas de prevención e inserción social en 53.163 personas. En estos presupuestos la Sanidad es la más perjudicada, cae en un 22.6% y las prestaciones por desempleo, directamente relacionadas con la exclusión social, disminuyen un 6,3%. Todo ello contrasta con otras partidas presupuestarias, como la de la Casa Real, que ha disminuido sólo un 4%.

A nivel Regional, el PP en el presupuesto para 2013 ha reducido la partida en Servicios Sociales casi un 10% y es inevitable recordar que tras la eliminación de las becas de comedor, ha dejado a más de 1.100 niños y niñas madrileños sin posibilidad de asistir al comedor escolar, a sabiendas de que, actualmente, para muchos de ellos ésta era la única comida diaria decente que hacían.

Estos datos ponen en evidencia que las políticas del Partido Popular están dejando en situación de marginalidad a muchas familias. Con la crisis como excusa, se están desmantelando los Servicios Sociales a la vez que abogando por la política de la beneficencia, de la caridad, de la limosna. Es llamativo que en el borrador de los próximos Presupuestos Regionales se hayan reducido considerablemente varias partidas de la Consejería de Asuntos Sociales a la vez que se van a destinar 2,2 millones de euros a Comedores Sociales para el próximo año. Para el PP se trata de dar de comer al que tiene hambre, para los que creemos en las políticas de integración social, de lo que se trata es de ejecutar políticas para que nadie pase hambre.

Esta apuesta por retroceder a un sistema de beneficencia llega, no es casual, en un momento en que la situación económica de muchos ciudadanos y ciudadanas empieza a ser muy crítica y la exclusión social crece día a día por lo que se debe compaginar la apuesta por políticas inclusivas con la generación de herramientas que palíen estas situaciones límite a corto plazo, lo cual puede generar ciertas contradicciones, no es tarea fácil.

En Parla, donde la situación socio-económica pone en evidencia la necesidad de apostar por medidas de inclusión social, es urgente trabajar en la elaboración de iniciativas dirigidas fundamentalmente a todas aquellas familias que estén en riesgo de desahucio o que tengan dificultades para alimentarse.

Con respecto al problema de vivienda, llevamos varios meses trabajando desde la Comisión Mixta de Desahucios que se creó a propuesta de Izquierda Unida y que está dando notables resultados. En cuanto a las dificultades de muchos vecinos y vecinas para hacerse con alimentos, desde IU estamos realizando una batería de propuestas encaminadas a dirigir recursos para ofrecer comida a quienes no puedan disponer de ella, pero de una forma inclusiva, normalizadora, en las que se compaginen la asistencia a personas sin recursos con la integración social de las mismas.

Por contra, el Partido Popular ha propuesto recientemente la creación de un Comedor Social en Parla, es decir, un espacio físico marginal, una barrera más de separación entre los que más y los que menos tienen.

No debemos ceder ante este tipo de propuestas populistas. Frente a esta marea imparable de recortes sociales sólo cabe una opción: demostrar que hay alternativas, en las instituciones y en la calle. Nos lo jugamos todo.




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